Alimentos sin gluten, no tan saludables como se había pensado

Compartir en:
fjrigjwwe9r1_articulos:cuerpo
Si por algo se caracteriza el gluten es por ser una proteína que está presente en los cereales como trigo, cebada y centeno, entre otros, y que se encarga de dar elasticidad a la masa de la harina antes de ser horneadas.  Una proteína cuya ingesta, sin embargo, debe ser evitada por los más de 450.000 españoles con enfermedad celiaca, trastorno de carácter autoinmune causado directamente por una intolerancia permanente al gluten. 

Tal es así que la oferta de productos alimenticios sin gluten no deja de crecer. Y no solo porque estos productos sean totalmente indispensables para los pacientes celiacos, sino también porque son cada vez más populares entre la población sin celiaquía. Pese a estos beneficios, ¿estos productos son realmente igual de beneficiosos que sus homónimos?

Ahora, investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe de Valencia, no, sino que son menos saludables. 

"Dado que cada vez más personas siguen una dieta sin gluten para tratar de manera efectiva la enfermedad celiaca, es imperativo que los alimentos comercializados como sustitutos sean reformulados para asegurar que realmente tengan unos valores nutricionales similares. Esto resulta especialmente importante en los niños, en los que una dieta bien equilibrada es esencial para un crecimiento y desarrollo saludables", explicó Joaquim Calvo Lerma, director de esta investigación.

Alrededor de  un 1% de la población europea padece celiaquía. A ello se aúna que cada vez es mayor el número de personas que optan por tomar alimentos sin gluten para mejorar su bienestar. Una decisión que, si bien carente de toda base científica, explica que la oferta de productos sin gluten creciera hasta un 136% en solo dos años. Entonces, los expertos se preguntaron si estos expertos son igual de beneficiosos que los hermanos mayores. 

Para responder a esta pregunta, los autores compararon 654 productos sin gluten con sus homónimos con la proteína. Y lo que vieron es que aquellos sin gluten tienen un contenido energético significativamente mayor y una composición nutricional diferente.  Un desequilibrio frente a los productos sin la proteína que puede condicionar el crecimiento de los niños e incrementar el riesgo de obesidad infantil.

Los resultados mostraron que los panes sin gluten tienen un contenido significativamente mayor de lípidos y ácidos grasos saturados que los panes con gluten; que la pasta sin gluten tiene un contenido notablemente inferior de proteínas y azúcares; y que las galletas y bizcochos sin gluten tienen muchas menos proteínas y muchos más lípidos que sus homónimas con gluten.

"La información nutricional recogida en los productos sin gluten debería ser más clara. Dado que los valores nutricionales de estos productos varía significativamente de la de sus homónimos con gluten, caso de unos mayores niveles de grasas saturadas, las etiquetas deben indicarlo claramente para que los pacientes, los padres y los cuidadores puedan tomar decisiones informadas", comentó. 

"Además, debería guiarse a los consumidores para que tengan una mejor comprensión de los contenidos nutricionales de los productos, con o sin gluten, lo que les permitiría realizar adquisiciones más informadas y les garantizaría el seguimiento de una dieta más saludable", indicó Sandra Martínez -Barona, co-autora de la investigación.

"La legislación de la UE prevé el etiquetado nutricional obligatorio de los alimentos envasados. Sin embargo, aquellos productos alimentarios que no están envasados, entre los que se podrían incluir los panes y pizzas sin gluten, no son objeto de los mismos requerimientos. En estos casos, los consumidores pueden ser menos conscientes de importantes diferencias nutricionales que, cuando menos potencialmente, pueden impactar significativamente sobre su salud", comentó. 

"En mi caso, siempre he apoyado el denominado ‘etiquetado de semáforo’ para facilitar la comparación de los nutrientes clave entre los productos, incluyendo las proteínas, grasas y azúcares", concluyó.


 
Compartir en: